
lunes, 10 de diciembre de 2007
Serie del Caribe

La Serie del Caribe es una competencia de béisbol que reúne anualmente a los campeones de las ligas inviernales del béisbol profesional del área de Latinoamérica. Participan México, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela. La sede de la Serie del Caribe se rota entre los miembros de la liga, y es la más importante de la zona caribeña. Entre estas ligas conforman la autoridad rectora del evento denominado Confederación de Béisbol del Caribe.
Primera Etapa
El proyecto de crear una serie que reuniera a los mejores equipos del Caribe tiene su antencedente el 18 de octubre de 1946, cuando fue inaugurada en Caracas la primera Serie Interamericana, idea del aficionado y hombre de negocios venezolano Jesús Corao. Durante un mes se enfrentaron los equipos: Sultanes de Monterrey, de México; All Cubans, de Cuba; Los Bushwicks, de Estados Unidos; y el Cervecería de Caracas, de Venezuela.
Esa primera Serie Interamericana fue ganada por el conjunto estadounidense, que también se impuso en las siguientes tres ediciones, todas celebradas en Caracas. Pero en 1950, cuando se llevó a cabo el último de estos campeonatos, lo ganó el club anfitrión, el Cervecería de Caracas.
La respuesta del público a la Serie Interamericana fue tan buena, que los empresarios venezolanos Oscar "El Negro" Prieto y Pablo Morales, tuvieron una idea, crear la Serie del Caribe. A finales de 1948, Prieto y Morales presentaron la idea en Miami ante una convención de la Confederación de Béisbol del Caribe, integrada por Cuba, Puerto Rico, Panamá y Venezuela. El 21 de agosto de 1949, en La Habana, firmaron el acuerdo para la Serie del Caribe, competencia en la que participarían los cuatro equipos campeones de los países miembros de la Confederación de Béisbol del Caribe. Las cuatro novenas se enfrentarían a dos vueltas en seis días, con dos juegos diarios, durante el mes de febrero.
Durante dos años, 1949 y 1950, se celebraron tanto la Serie Interamericana, como La Serie del Caribe, que fue inaugurada en el 49 en el Grand Stadium de La Habana, conocido también como "Estadio del Cerro" en La Habana, y se jugó por segunda vez en el Sixto Escobar de San Juan de Puerto Rico.
La primera etapa de las Series del Caribe se prolongó hasta 1960. De las 12 ediciones que se realizaron en esa era, Cuba ganó siete, Puerto Rico cuatro, Panamá una y Venezuela ninguna.
Segunda Etapa
En 1960, Fidel Castro al llegar al poder prohíbe el deporte profesional obligando que durante una década el evento conocido como la "Serie del Caribe" no se llevara a cabo. En 1970, las ligas venezolana, puertorriqueña y dominicana deciden reanudar el evento, el cual fue un fracaso, por lo cual en 1971 se confirma la entrada de la Liga Mexicana del Pacífico representando a México; y, que se lleva como conocemos el evento desde la edición de 1971, "Serie del Caribe".
En esta segunda etapa 1970-2007, la República Dominicana ha sido el país más triunfador, con 16 títulos, luego le siguen Puerto Rico con 10, Venezuela con 6 y México con 5. En 1981 no hubo serie por una huelga de peloteros.
Titulos por país desde 1949:
República Dominicana, 16 títulos
Puerto Rico, 14 títulos
Cuba, 7 títulos
Venezuela, 6 títulos
México, 5 títulos
Panamá, un título
Importantes Beisbolistas que han participado:
Orlando Cepeda
Roberto Clemente
Hector Espino
Juan Gonzalez
Ken Griffey Sr.
Monte Irvin
Juan Marichal
Willie Mays
Mike Schmidt
Miguel Tejada
Fernando Valenzuela
Luis Aparicio
Antonio Armas
David Concepción
Rod Carew
Luis Polonia
Sammy Sosa
Moises Alou
Miguel Cabrera
miércoles, 5 de diciembre de 2007
El Impacto del Béisbol en la República Dominicana

El bate, la pelota y el guante han servido para que muchos jóvenes dominicanos ganen dinero y fama, quienes por su talento se han convertido en ídolos de multitudes en el deporte rey de este país: el béisbol.
Quiero remontarme al año 1956 cuando Osvaldo Virgil se convirtió en el primer quisqueyano que accionara en las Grandes Ligas con los Giants de Nueva York, abriendo así el sendero para que muchas oleadas de criollos impactaran en las mayores escribiendo sus hazañas en los libros de record como fue el juego sin hit lanzado en 1963 por Juan Marichal de los Giants de San Francisco, contra los Colts 45 de Houston y en ese mismo año los hermanos Alou (Felipe, Mateo y Jesús) jugaron al mismo tiempo las tres posiciones de los jardines por San francisco, marcando un hito sin precedentes al ser la primera vez que tres hermanos defendieran el outfield entero de un equipo en la gran carpa.
La época de los 60s fue muy fecunda para que varios peloteros nativos accionaran en las mayores y cito los nombres de: Julián Javier (Cardenales), Manuel Jiménez (Atléticos, Piratas y Cachorros), Ricardo Carty (Bravos), Ruddy Hernández (Senadores), Manuel Mota (Giants, Piratas y Dodgers), Cesar Cedeño (Astros), Cesarín Gerónimo (Reds) entre otros mas que contribuyeron a que sus respectivos equipos tuvieran momentos brillantes.
No se puede omitir la calidad exhibida por Pedro Guerrero (Dodgers y Cardenales) y la muy famosa e histórica batalla jonronera librada en 1996 por nuestro Samuel Sosa (Cubs) y el fornido Mark McGwire quienes definitivamente les inyectaron nueva vida al béisbol luego de la huelga de jugadores en 1994 logrando el milagro de que los miles de fanáticos volvieran a los estadios cautivados por los kilométricos tablazos de Sosa y MacGwire quienes protagonizaron esa épica guerra de cuadrangulares que levantó este deporte e hizo añicos la marca de mas vuelacercas en una misma temporada que poseyera por varias décadas Rogers Maris.
Como olvidar los intimidantes lanzamientos de Joaquín Andujar, Mario Mervin Soto, José Rijo y el mortífero cambio de Pedro Martínez (Dodgers, Expos, Reds Sox y Mets) que le hicieron ganar el respeto de los toleteros obteniendo (Pedro) tres premios Cy Young y situándose entre los mejores ponchadores. En ese mismo renglón se sitúa Bartola Colón (Indians, Marlins y Angels) conquistador de un Cy Young y poseedor de una endemoniada recta que ronda las cien millas por hora.
La época de los 60s fue muy fecunda para que varios peloteros nativos accionaran en las mayores y cito los nombres de: Julián Javier (Cardenales), Manuel Jiménez (Atléticos, Piratas y Cachorros), Ricardo Carty (Bravos), Ruddy Hernández (Senadores), Manuel Mota (Giants, Piratas y Dodgers), Cesar Cedeño (Astros), Cesarín Gerónimo (Reds) entre otros mas que contribuyeron a que sus respectivos equipos tuvieran momentos brillantes.
No se puede omitir la calidad exhibida por Pedro Guerrero (Dodgers y Cardenales) y la muy famosa e histórica batalla jonronera librada en 1996 por nuestro Samuel Sosa (Cubs) y el fornido Mark McGwire quienes definitivamente les inyectaron nueva vida al béisbol luego de la huelga de jugadores en 1994 logrando el milagro de que los miles de fanáticos volvieran a los estadios cautivados por los kilométricos tablazos de Sosa y MacGwire quienes protagonizaron esa épica guerra de cuadrangulares que levantó este deporte e hizo añicos la marca de mas vuelacercas en una misma temporada que poseyera por varias décadas Rogers Maris.
Como olvidar los intimidantes lanzamientos de Joaquín Andujar, Mario Mervin Soto, José Rijo y el mortífero cambio de Pedro Martínez (Dodgers, Expos, Reds Sox y Mets) que le hicieron ganar el respeto de los toleteros obteniendo (Pedro) tres premios Cy Young y situándose entre los mejores ponchadores. En ese mismo renglón se sitúa Bartola Colón (Indians, Marlins y Angels) conquistador de un Cy Young y poseedor de una endemoniada recta que ronda las cien millas por hora.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
Liga Dominicana de Béisbol
La Liga Dominicana de Béisbol Invernal es la el máximo ente organizador de competencias de béisbol profesional en la República Dominicana. La liga profesional de La República Dominica se creó en 1890 con dos equipos profesionales: "Ozama" y "Nuevo Club". El equipo de Licey fue fundado en 1907, dominando la pelota profesional sin rival hasta 1921, cuando se fundó el equipo Escogido, producto de la fusión de varios equipos de la época. Desde entonces la rivalidad de estos equipos no ha cesado.
Aparte de un período de interrupción entre 1950 y 1955, cuando abrió el primer estadio iluminado de la Isla, el béisbol profesional se ha jugado en la República Dominicana por más de un siglo.
Actualmente cada equipo juega 50 partidos de temporada regular entre octubre y diciembre. Los cuatro mejores avanzan a una serie de 18 juegos, en enero, donde esos equipos se enfrentan en sistema de round robin o el todo contra todos. Los dos mejores avanzan a la serie final al mejor de nueve juegos o un 9-5. El campeón nacional se convierte en el representante de la República Dominicana en la serie del Caribe.
La sede de la Serie del Caribe, o La serie mundial Latinoamericana como es conocida se intercambia de país en país cada año. La última fue celebrada en febrero de 2007, en la sede de Carolina en Puerto Rico. La próxima edición se jugará en el Estadio Cibao de Santiago de los Caballeros en febrero del año 2008.
Historia del Béisbol en República Dominicana
¿Dónde y cuándo se comenzó a jugar béisbol en República Dominicana? ¿Quiénes fueron los protagonistas de la introducción de este popular deporte en la media isla del Caribe? Por mucho tiempo, se planteó un solo lugar y un solo año como el comienzo del béisbol en Dominicana. Ese lugar fue: Santo Domingo, el año: 1891, y los protagonistas: los hermanos Ignacio y Ubaldo Alomá, cubanos.
Una segunda teoría surgiría en los últimos tiempos, fruto de un trabajo de investigación realizado por tres venezolanos: Juan Vené, Eleazar Díaz Rangel y Humberto Acosta. El año: 1886, el lugar: San Pedro de Macorís, y los responsables: los ocupantes de un barco cubano que había llegado a esa ciudad en asuntos de negocios cañeros.
Por ambos lados, sin embargo, siempre está la presencia cubana, y eso tiene su explicación. Cuba fue la primera nación de América Latina en recibir el béisbol procedente de los Estados Unidos. El libro "Un Siglo de Béisbol", de Vené, Díaz Rangel y Acosta, da cuenta de que el conocimiento de este nuevo deporte llegó por los predios de La Habana alrededor del año 1866 vía un joven llamado Nemesio Guillot.
El joven Guillot había estado estudiando en New York, allí conoció el béisbol, lo jugó de manera breve, y cuando llegó a su país lo primero que se propuso fue enseñarlo a sus amigos. Había tenido la fortuna y la habilidad de familiarizarse con las reglas del béisbol, las mismas que había escrito Alexander Cartwright en 1845. También, Guillot se había informado muy bien de lo sucedido para esos tiempos, en especial, cuando se jugó el primer partido de béisbol en el Elysian Field, New Jersey, en el 1846. No se usaban guantes, las pelotas eran atrapadas a manos limpias, pero la disposición estaba ahí.
Mientras eso sucedía en La Habana, otro joven cubano de 16 años, Esteban Bellán, era enviado a Nueva York por su familia para sacarlo del ambiente de guerra que imperaba en su país, dominado por los españoles. Bellán, de familia clase media alta, se había beneficiado de la iniciativa de Guillot, pues cuando llegó a Estados Unidos ya tenía conocimiento del juego. Fue a estudiar a la universidad de Fordham y allí comenzó a destacarse como un buen jugador. En poco tiempo, su nombre original, Esteban, fue cambiado por el de Steve.
Bellán incursionó en distintos equipos, y cuando en 1871 se inició la primera liga profesional de béisbol, la National Association, él estaba en primera fila con el club Troy Hamakers, y allí se destacó como uno de los mejores. Bellán estuvo en la liga por 3 años, y en 1873 regresó a Cuba.
Al regreso de Bellán, el béisbol había prendido y se había expandido entre los cubanos quienes fueron favorecidos por otro factor muy relevante: barcos comerciales y militares de Estados Unidos desembarcaban frecuentemente en la zona de Palmar de Junco, provincia de Matanzas, y allí, en cualquier terreno apropiado, se jugaba béisbol.
Se cuenta que en la despedida regalaban los útiles (bates y pelotas), a los aficionados. Tanta aceptación tuvo el béisbol en Cuba, que para 1876 se estaba formando la primera liga profesional (Liga Cubana de Béisbol), bajo el patrocinio del señor Emilio Sabourin.
Una segunda teoría surgiría en los últimos tiempos, fruto de un trabajo de investigación realizado por tres venezolanos: Juan Vené, Eleazar Díaz Rangel y Humberto Acosta. El año: 1886, el lugar: San Pedro de Macorís, y los responsables: los ocupantes de un barco cubano que había llegado a esa ciudad en asuntos de negocios cañeros.
Por ambos lados, sin embargo, siempre está la presencia cubana, y eso tiene su explicación. Cuba fue la primera nación de América Latina en recibir el béisbol procedente de los Estados Unidos. El libro "Un Siglo de Béisbol", de Vené, Díaz Rangel y Acosta, da cuenta de que el conocimiento de este nuevo deporte llegó por los predios de La Habana alrededor del año 1866 vía un joven llamado Nemesio Guillot.
El joven Guillot había estado estudiando en New York, allí conoció el béisbol, lo jugó de manera breve, y cuando llegó a su país lo primero que se propuso fue enseñarlo a sus amigos. Había tenido la fortuna y la habilidad de familiarizarse con las reglas del béisbol, las mismas que había escrito Alexander Cartwright en 1845. También, Guillot se había informado muy bien de lo sucedido para esos tiempos, en especial, cuando se jugó el primer partido de béisbol en el Elysian Field, New Jersey, en el 1846. No se usaban guantes, las pelotas eran atrapadas a manos limpias, pero la disposición estaba ahí.
Mientras eso sucedía en La Habana, otro joven cubano de 16 años, Esteban Bellán, era enviado a Nueva York por su familia para sacarlo del ambiente de guerra que imperaba en su país, dominado por los españoles. Bellán, de familia clase media alta, se había beneficiado de la iniciativa de Guillot, pues cuando llegó a Estados Unidos ya tenía conocimiento del juego. Fue a estudiar a la universidad de Fordham y allí comenzó a destacarse como un buen jugador. En poco tiempo, su nombre original, Esteban, fue cambiado por el de Steve.
Bellán incursionó en distintos equipos, y cuando en 1871 se inició la primera liga profesional de béisbol, la National Association, él estaba en primera fila con el club Troy Hamakers, y allí se destacó como uno de los mejores. Bellán estuvo en la liga por 3 años, y en 1873 regresó a Cuba.
Al regreso de Bellán, el béisbol había prendido y se había expandido entre los cubanos quienes fueron favorecidos por otro factor muy relevante: barcos comerciales y militares de Estados Unidos desembarcaban frecuentemente en la zona de Palmar de Junco, provincia de Matanzas, y allí, en cualquier terreno apropiado, se jugaba béisbol.
Se cuenta que en la despedida regalaban los útiles (bates y pelotas), a los aficionados. Tanta aceptación tuvo el béisbol en Cuba, que para 1876 se estaba formando la primera liga profesional (Liga Cubana de Béisbol), bajo el patrocinio del señor Emilio Sabourin.
LLEGADA A RD
Los Cincinnati Red Stockings están registrados como el primer equipo profesional del béisbol, es decir, aquél cuyos jugadores sólo hacían eso: jugar béisbol y cobrar por ello. Esa herencia, transmitida luego a los cubanos, también se ramificó tímidamente en las siguientes décadas. De suerte tal, que de nativos de Cuba salieron las iniciativas para introducir el béisbol en Dominicana, Puerto Rico, Panamá, Venezuela, México y la mayoría de las islas inglesas del Caribe.
Varios libros se han referido al nacimiento del béisbol dominicano. Natalio Redondo, cronista de los años 50, escribió su historia en 1952 y tanto Mario Álvarez Dugan (Cuchito) como Fernando Vicioso (Bolo), publicaron las suyas en 1966. Ambos coinciden en la historia de los hermanos Alomá. Ellos eran herreros y llegaron a Santo Domingo alrededor del 1880, estableciendo su negocio en la calle Mercedes, cerca de la iglesia Las Mercedes.
Los hermanos Alomá estaban dedicados a trabajos de herrería, pero en un momento dado se animaron a jugar béisbol aquí. Para tales fines, formaron dos equipos, llamados Cauto (en honor a un famoso río cubano), y el otro Cervecería, en reconocimiento a una fábrica local de cerveza.
Según los datos de distintos cronistas, en principio, los equipos estuvieron conformados por cubanos, norteamericanos, dominicanos e incluso por un alemán que tenía un restaurant en Santo Domingo. A partir de esa iniciativa, el béisbol cobró vida y se quedó para siempre en Santo Domingo.
A pesar de ser ésta la historia más vieja, en años recientes en el libro de los periodistas venezolanos (Vené, Díaz Rangel y Acosta), se da cuenta de que en Dominicana se jugó béisbol en 1886, es decir 5 años antes. Eso sucedió en San Pedro de Macorís, a cuyo puerto había llegado el buque María Herrera, procedente de Cuba.
Se dio la circunstancia, además, de que dos nativos de Cuba eran dueños de dos ingenios en San Pedro de Macorís. Juan Fernández de Castro, del Ingenio Colón, y Juan Amechazurra, del Ingenio Angelina.
Los ocupantes del buque, buscando en qué entretenerse, decidieron formar dos equipos de béisbol. Uno se llamó Angelina, en honor al nombre del Ingenio cañero, y el otro, Santiago de Cuba. El Angelina fue el ganador, pero no quedó crónica detallada del resultado.
¿Qué pasó después? Los beisbolistas visitantes también regalaron útiles a los locales, y un señor llamado Santiago Millor, propietario del Ingenio Porvenir, le regaló una porción de terreno al norteamericano Harry Taylor para la construcción de un estadio de béisbol. Después de este hecho, en San Pedro de Macorís nacieron otros equipos y otros ingenios (Santa Fé, Quisqueya).
Muchos cubanos se quedaron a vivir en San Pedro atraídos por la industria de la caña y mortificados por los tiempos de guerra que se vivían en su patria, en la lucha por la liberación del dominio español (Cuba se liberó en 1902).
Con esas dos iniciativas, el béisbol empezó a echar raíces en gran parte del territorio nacional. Se formaron equipos, comenzaron a llegar los útiles de Estados Unidos, y los tiempos de las pelotas hechas de trapos y de hilo, se fueron quedando atrás.
Cuando arribó el nuevo siglo, ya la chispa estaba encendida y poco después se empezaron a formar los equipos semi-profesionales.
En 1916 llegaron los marines norteamericanos en la primera intervención de Estados Unidos al país, y con ellos se jugó mucho béisbol. En 1923 tuvo lugar el primer campeonato oficial entre equipos representantes de Santo Domingo, Santiago y San Pedro de Macorís.
La semilla, sembrada por los cubanos en 1886 y 1891, había germinado y dado grandes frutos.
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