miércoles, 28 de noviembre de 2007

Historia del Béisbol en República Dominicana

¿Dónde y cuándo se comenzó a jugar béisbol en República Dominicana? ¿Quiénes fueron los protagonistas de la introducción de este popular deporte en la media isla del Caribe? Por mucho tiempo, se planteó un solo lugar y un solo año como el comienzo del béisbol en Dominicana. Ese lugar fue: Santo Domingo, el año: 1891, y los protagonistas: los hermanos Ignacio y Ubaldo Alomá, cubanos.

Una segunda teoría surgiría en los últimos tiempos, fruto de un trabajo de investigación realizado por tres venezolanos: Juan Vené, Eleazar Díaz Rangel y Humberto Acosta. El año: 1886, el lugar: San Pedro de Macorís, y los responsables: los ocupantes de un barco cubano que había llegado a esa ciudad en asuntos de negocios cañeros.

Por ambos lados, sin embargo, siempre está la presencia cubana, y eso tiene su explicación. Cuba fue la primera nación de América Latina en recibir el béisbol procedente de los Estados Unidos. El libro "Un Siglo de Béisbol", de Vené, Díaz Rangel y Acosta, da cuenta de que el conocimiento de este nuevo deporte llegó por los predios de La Habana alrededor del año 1866 vía un joven llamado Nemesio Guillot.

El joven Guillot había estado estudiando en New York, allí conoció el béisbol, lo jugó de manera breve, y cuando llegó a su país lo primero que se propuso fue enseñarlo a sus amigos. Había tenido la fortuna y la habilidad de familiarizarse con las reglas del béisbol, las mismas que había escrito Alexander Cartwright en 1845. También, Guillot se había informado muy bien de lo sucedido para esos tiempos, en especial, cuando se jugó el primer partido de béisbol en el Elysian Field, New Jersey, en el 1846. No se usaban guantes, las pelotas eran atrapadas a manos limpias, pero la disposición estaba ahí.

Mientras eso sucedía en La Habana, otro joven cubano de 16 años, Esteban Bellán, era enviado a Nueva York por su familia para sacarlo del ambiente de guerra que imperaba en su país, dominado por los españoles. Bellán, de familia clase media alta, se había beneficiado de la iniciativa de Guillot, pues cuando llegó a Estados Unidos ya tenía conocimiento del juego. Fue a estudiar a la universidad de Fordham y allí comenzó a destacarse como un buen jugador. En poco tiempo, su nombre original, Esteban, fue cambiado por el de Steve.

Bellán incursionó en distintos equipos, y cuando en 1871 se inició la primera liga profesional de béisbol, la National Association, él estaba en primera fila con el club Troy Hamakers, y allí se destacó como uno de los mejores. Bellán estuvo en la liga por 3 años, y en 1873 regresó a Cuba.

Al regreso de Bellán, el béisbol había prendido y se había expandido entre los cubanos quienes fueron favorecidos por otro factor muy relevante: barcos comerciales y militares de Estados Unidos desembarcaban frecuentemente en la zona de Palmar de Junco, provincia de Matanzas, y allí, en cualquier terreno apropiado, se jugaba béisbol.

Se cuenta que en la despedida regalaban los útiles (bates y pelotas), a los aficionados. Tanta aceptación tuvo el béisbol en Cuba, que para 1876 se estaba formando la primera liga profesional (Liga Cubana de Béisbol), bajo el patrocinio del señor Emilio Sabourin.

LLEGADA A RD

Los Cincinnati Red Stockings están registrados como el primer equipo profesional del béisbol, es decir, aquél cuyos jugadores sólo hacían eso: jugar béisbol y cobrar por ello. Esa herencia, transmitida luego a los cubanos, también se ramificó tímidamente en las siguientes décadas. De suerte tal, que de nativos de Cuba salieron las iniciativas para introducir el béisbol en Dominicana, Puerto Rico, Panamá, Venezuela, México y la mayoría de las islas inglesas del Caribe.

Varios libros se han referido al nacimiento del béisbol dominicano. Natalio Redondo, cronista de los años 50, escribió su historia en 1952 y tanto Mario Álvarez Dugan (Cuchito) como Fernando Vicioso (Bolo), publicaron las suyas en 1966. Ambos coinciden en la historia de los hermanos Alomá. Ellos eran herreros y llegaron a Santo Domingo alrededor del 1880, estableciendo su negocio en la calle Mercedes, cerca de la iglesia Las Mercedes.

Los hermanos Alomá estaban dedicados a trabajos de herrería, pero en un momento dado se animaron a jugar béisbol aquí. Para tales fines, formaron dos equipos, llamados Cauto (en honor a un famoso río cubano), y el otro Cervecería, en reconocimiento a una fábrica local de cerveza.

Según los datos de distintos cronistas, en principio, los equipos estuvieron conformados por cubanos, norteamericanos, dominicanos e incluso por un alemán que tenía un restaurant en Santo Domingo. A partir de esa iniciativa, el béisbol cobró vida y se quedó para siempre en Santo Domingo.

A pesar de ser ésta la historia más vieja, en años recientes en el libro de los periodistas venezolanos (Vené, Díaz Rangel y Acosta), se da cuenta de que en Dominicana se jugó béisbol en 1886, es decir 5 años antes. Eso sucedió en San Pedro de Macorís, a cuyo puerto había llegado el buque María Herrera, procedente de Cuba.

Se dio la circunstancia, además, de que dos nativos de Cuba eran dueños de dos ingenios en San Pedro de Macorís. Juan Fernández de Castro, del Ingenio Colón, y Juan Amechazurra, del Ingenio Angelina.

Los ocupantes del buque, buscando en qué entretenerse, decidieron formar dos equipos de béisbol. Uno se llamó Angelina, en honor al nombre del Ingenio cañero, y el otro, Santiago de Cuba. El Angelina fue el ganador, pero no quedó crónica detallada del resultado.

¿Qué pasó después? Los beisbolistas visitantes también regalaron útiles a los locales, y un señor llamado Santiago Millor, propietario del Ingenio Porvenir, le regaló una porción de terreno al norteamericano Harry Taylor para la construcción de un estadio de béisbol. Después de este hecho, en San Pedro de Macorís nacieron otros equipos y otros ingenios (Santa Fé, Quisqueya).

Muchos cubanos se quedaron a vivir en San Pedro atraídos por la industria de la caña y mortificados por los tiempos de guerra que se vivían en su patria, en la lucha por la liberación del dominio español (Cuba se liberó en 1902).

Con esas dos iniciativas, el béisbol empezó a echar raíces en gran parte del territorio nacional. Se formaron equipos, comenzaron a llegar los útiles de Estados Unidos, y los tiempos de las pelotas hechas de trapos y de hilo, se fueron quedando atrás.

Cuando arribó el nuevo siglo, ya la chispa estaba encendida y poco después se empezaron a formar los equipos semi-profesionales.

En 1916 llegaron los marines norteamericanos en la primera intervención de Estados Unidos al país, y con ellos se jugó mucho béisbol. En 1923 tuvo lugar el primer campeonato oficial entre equipos representantes de Santo Domingo, Santiago y San Pedro de Macorís.


La semilla, sembrada por los cubanos en 1886 y 1891, había germinado y dado grandes frutos.